domingo, 18 de diciembre de 2011

Rubia de bote

Estaría yo en primero o segundo de BUP, y recuerdo irrumpir en mitad de una conversación entre dos compañeros, justo en la frase que da título a la columna de hoy. “Rubia de bote...”, dijo aquel, con una media sonrisa. No pillé el chiste. Los dos me miraron con complicidad y al ver mi cara de pasmado volvió a insistir: “Ya sabes, rubia de bote...”. Pero mi cerebro, víctima de una empanada mental que aún hoy creo que perdura, no daba con la segunda parte de la oración.
Esa mente privilegiada de detective mía se sacudió las telarañas, y en décimas de segundo analicé qué estaba ocurriendo allí. Era evidente que el que había hablado, llamémosle Sujeto A, le estaba contando sus hazañas erótico-festivas del fin de semana a su colega, el Sujeto B. Dado que conocía bastante el comportamiento social de A fuera de las clases del Vandelvira, sabía por dónde iban los tiros, e incluso podía llegar a sospechar la identidad de la interfecta de raíces negras y puntas doradas. Tirando del banco de memoria, podría apostar mi mano derecha a que estaban hablando, ejem, de la Sujeto C, mozuela de buen ver para los estándares de la época -tal y como se las gasta hoy la chavalada, ahora no pasaría de ser una medianía-, de la clase de enfrente del pasillo. Aunque, bien mirado, tampoco descartaría a otra sujeta, la D, que estaba un curso por encima pero que conocíamos por algún amigo común.
Fuera C o D, lo más seguro es que el bueno de A se la atrajese a su vera desplegando su encanto personal, combinado con unos Levis ajustados que al parecer insinuaba culo -uno de los puntos clave que examinan las mujeres, por si no lo sabían-, y una paga semanal que triplicaba la mía, y por tanto, le otorgaba un x3 al Atractivo en la barra del bar. Un poco de charla insustancial para trabajarse el esparto, un par de litros de cerveza con granadina -guarrerías que bebíamos entonces-, sumados a un leve contoneo a modo de baile chunda-chundero y el Sujeto A tendría a la chica metida en el bolsillo. Siempre que ella se decidiera a ello, of course.
En el caso de los roleros con gafas y sin Levis, el 99 por cierto de las veces aquello quedaba en nada y acababas pidiendo al camarero que se pagara unos chupitos, o de charleta en un banco del Altozano con los congéneres. Pero A no era de los nuestros, sino de los suyos, y a ellos les funcionada aquella magia seductora de tres al cuarto, y así, había acabado aquella noche sabatina con la rubia falsa. Y el lunes lo contaba en el descanso entre clase y clase. Hoy el acontecimiento no habría tardado ni cinco minutos en estar colgado en el facebook, con documentación gráfica y sonora, pero entonces no, entonces había que esperarse, con lo que te daba tiempo a meditar la película, a mejorar el montaje y ponerle una adecuada banda sonora.
Y en esas estábamos, bueno, estaban ellos dos, y yo de espontáneo que llegaba en el último segundo y sin comprender el final. El hilo de mis pensamientos se había desenrollado sin dar con la clave que ellos esperaban. La presión de volver a quedar como un pringado comenzó a hacerme sudar... Miré a un lado y a otro, pero allí no había nadie más que nosotros tres. Maldita sea, ¿dónde estaría todo el mundo? Rubia de bote... Rubia de bote... rubiadebote... Nada, no me venía nada por ese nombre...
Y entonces se hizo la luz. “Rubia de bote...”. Ahí había un suspense, un giro inesperado, un ¡zas en toda la boca! verbal. Aquello era un dicho, un refrán, un chiste que, conociendo a los interlocutores, debería hacer referencia a algo guarrete.
Así que lo solté sin más. Sin pensar en las consecuencias, sin conocimiento ninguno, pero con la satisfacción del que se quita un peso de encima y sigue su camino.
-Rubia de bote, ande o no ande.
Y me fui a mi sitio.


El Pueblo de Albacete,  18 de diciembre de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Reto Fanzine 2023

 Bueno, pues parecía que no pero al final sí, así que... Queda convocada la 19 edición de nuestro Reto Fanzine para el VIERNES 29 de diciemb...