martes, 24 de diciembre de 2013

Reto Fanzine, no queda na

Fanzinerosos, en cuanto nos quitemos de enmedio el coñazo de la Nochebuena y la Navidad, al fin disfrutaremos de la verdadera fiesta de estas fechas: el Reto Fanzine.
Después de arduas negociaciones y muchas vueltas, nos juntaremos este viernes 27, en la Cafetería-Tapería Galdós (C/Pérez Galdós, 56), a las 19.30 horas.
Así que nada, mejor que vayais terminando de grapar y doblar, porque no queda na.
Feliz Saturnalia!!!


miércoles, 4 de diciembre de 2013

Campeonato de Fórmula D: última carrera

En breve nos espera la última carrera del Campeonato de Fórmula D que hemos disputado este año. El circuito de Singapur nos aguarda, y determinará quién se llevará el título entre los dos primeros clasificados; la cosa está entre la campeona de 2012, Yenia, y el líder y máximo favorito del campeonato, César, aunque la lucha por la plata y el bronce también se prevé encarnizada.
Con esta serán diez las carreras disputadas, diez meses de dura pugna que arrancaron con mucha ilusión y ganas, por un pleno al diez de jugadores, y que poco a poco, carrera a carrera, ha ido sufriendo bajas (por motivos laborales, que no es todo lo malo) pero sobre todo donde lo que más se ha acusado es el desgaste psicológico de los participantes. Un campeonato que, insisto, venía precedido por el éxito del disputado el año anterior, donde creo recordar que disputamos seis carreras, sin demasiado orden ni concierto, además de otras partidas al margen jugadas por puro divertimento y que nos animó a todos a participar en este maratón mensual que ahora, al fin, concluye.

Tal fue el entusiasmo inicial, que -por ejemplo- durante las primeras carreras se hacía una pausa entre las dos vueltas reglamentarias para merendar, merienda que se encargaba cada vez uno de traer. Se hacían previas y crónicas de las carreras, se tomaban fotografías de los mejores lances del juego, hasta se abrió un blog donde compartir toda esta información. Y todo esto fue paulatinamente decayendo hasta quedar prácticamente reducido a la nada, a la mera actualización de los puntos conseguidos en cada circuito y la necesaria votación de la fecha de la siguiente carrera.
La culpa, me atrevería a decir, es de la idiosincrasia del propio juego. Se ha comparado mucho al Formula D con el parchís (juego que aborrezco desde lo más profundo de mi alma), y ciertamente estamos ante un puro tiradados donde los únicos planteamientos tácticos existentes son elegir el carril por el que circular y en qué marcha hacerlo. Ojo, que no son decisiones fáciles, salvo que las circunstancias obliguen, pero el caso es que el azar es tan, tan determinante en este juego de mesa, que da lo mismo que hayas realizado una primera vuelta perfecta, bastan unas malas tiradas en el dado negro parar mandarte a la mierda. Y utilizo esta expresión porque cuando eres eliminado de una partida que dura de media tres horas no tienes la sensación que quedarte fuera de carrera, sino de que te han dado, sin comerlo ni beberlo las más de las veces, por el culo a traición.
La sensación de hartazgo afectó incluso a aquellos amigos, incautos, que se ofrecieron a jugar como pilotos sustitutos de quienes no podían asistir. Jugadores, ojo, bien fogueados en esto de los eurogames, que veían con desesperación que no importaba si se reservaban rueda para las curvas de dificultad 3, si arriesgaban en sexta o hacían parada rápida en boxes, porque el jodido 1 del dado negro los echaba de la partida a poco que se quedaran sin motor o amortiguación. Quedar un sábado por la tarde en un sótano para jugar durante 180 minutos a algo imposible de controlar puede convertirse en algo muy frustrante, y más si los dados te echan fuera.
Cierto es que una buena o mala decisión puede determinar tu posición final en la carrera, pero es el azar, el maldito azar, el que finalmente manda aquí. Ese azar que le da la vida a este juego y que lo destruye. Porque el Formula D es un gran juego, eso no hay que perderlo de vista, es divertido, competitivo, dinámico... Pero también es cruel, despiadado y aleatorio, facultades que se aplican tanto a los dioses como a los dados. Por ello el Formula D trasciende los simples juegos de mesa para convertirse en una metáfora del mundo real, donde cualquier plan vital que tengas se va al traste porque sí, por puro azar. Y lo mismo que en el juego un 1 en el d20 te deja sin motor y en la cuneta, en tu vida diaria un día te echan del trabajo sin más, se te muere un pariente, te toca la primitiva o encuentras al amor de tu vida. Reconozcamos que nos gusta poco sentirnos así, dependientes de fuerzas que no controlamos. Nos gusta pensar que trazamos nuestro propio destino, que nuestros esfuerzos y nuestro trabajo son suficientes para lograr nuestros objetivos, pero lo cierto es que dependemos más del azar, de la casualidad, de lo que nos gustaría.
Experimentar esa sensación de indefensión en un juego de cochecitos de carreras, mes tras mes, es agotador. Claro, el que gana no se detiene en estas consideraciones, y cree que gana porque ha sido el mejor y descarta la suerte de la ecuación, pero los que vienen detrás saben que en la mesa han actuado fuerzas ingobernables, que con un 9 hubieran entrado en la curva, pero salió un 7, y así, la diversión y el jolgorio se van disolviendo en la hiel de la frustración, y uno acaba blasfemando en arameo y perjurando que jamás volverá a ponerse en la parrilla de salida.
Pero al final vuelves, porque sabes que, en el fondo es sólo un juego. Y porque alrededor de la mesa está lo que verdaderamente merece la pena: los amigos. Y la cerveza, claro. Y ahí el dado negro no tiene nada que hacer.


Como postdata, os dejo esta tira genial. A ver si os sentís identificados:

http://www.elsistemad13.com/comic/545-formula-d-de-detritus/

Reto Fanzine 2023

 Bueno, pues parecía que no pero al final sí, así que... Queda convocada la 19 edición de nuestro Reto Fanzine para el VIERNES 29 de diciemb...