domingo, 29 de abril de 2012

Encogiendo

La crisis ha hecho que algunos productos que habitualmente compro en el supermercado hayan encogido. No creí que llegaran a tanto, pero algunas marcas, para intentar mantener el precio, se les ha ocurrido hacer los envases más pequeños, con menos contenido, por supuesto. El problema que la crisis no corta el mar sino vuela, por lo que he visto cómo en apenas un trimestre un bote de champú ha encogido dos veces seguidas, a una por mes. Lo peor es que jamás me habría dado cuenta del caso de la botella menguante de no ser por esa tendencia absurda a conservar los botes vacíos en los bordes de la bañera. Cuando por fin me decidí a tirarlos a la basura descubrí el prodigio. Ante mí se alzaban tres recipientes iguales, pero cada uno más pequeño que el anterior, perfectamente escalados, como un juego de muñecas rusas con arginina. Pensé en conservarlos, igual que si se tratase de una irrefutable metáfora de la crueldad de la mala situación económica, donde el fabricante se ve obligado a decrecer su producto para hacerlo competitivo y el comprador se encuentra en una situación en la que debe decidir si cambiar de marca de champú y pasarse a los envases familiares de procedencia pseudochechena, comprarse su marca de dos en dos botes, o dejar de lavarse la cabeza. Mi señora, emulando a la Merkel, supongo, se me adelantó y los arrojó a lo más negro de la bolsa de basura, como hará el gobierno con todos nosotros.
Obsesionado con la idea de que todo mermaba a mi alrededor, y no hablo de la cintura de mis pantalones, decidí fijarme en qué más cosas habían sido pasto del rayo menguador de la crisis. Me concentré primero en lo que mejor conozco, esos templos del saber y del estar que son los bares y similares. Así, me encontré con que las mac-king-burguesas también han encogido. Las raciones en Albacete nunca fueron demasiado generosas, así que por ahí no aprecié nada nuevo; puede que el chusmarro pareciera una plantilla de zapato de los chinos a la plancha, pero podía obedecer al criterio del chef, que con esto de los gastrobares uno no sabe qué pensar. En otro local, un bar-bar, vi a unos amigos con unas extrañas cervezas diminutas en las manos que ellos llamaban “quintos” -pero que en realidad eran “cuartos” pues contenían 25 cl-, y aunque me juraron que aquellos envases eran más viejos que la tana, me pareció tan raro que huí de allí como si me persiguieran los marcianos de La invasión de los ultracuerpos.
Cuando busqué refugio en una librería me percaté del efecto contrario, que denominaré gigantismo dadivoso. Lo aprecié en los libros que se exponían, los best seller, los que más se venden para regalo, y me percaté de que en este caso, tratándose de libros de moda, su precio era disparatado, enorme, caro de cojones, con lo que se mostraban físicamente dignos de tales dinerales alcanzando dimensiones absurdas que, en algunos casos, los hacía inmanejables. Claro que en estos casos, con libros tratados como objetos de lujo, comprados por alguien que no va a leérselo, para regalárselos a otra persona que sólo se los leerá si está seguro de que no van a hacer la película, da lo mismo que necesites los brazos de Rafa Nadal para sostenerlos ante tus ojos con normalidad. En este caso el pensamiento del fabricante estaba claro, equiparo más o menos el contingente al precio de venta al público para que el comprador tenga la sensación de que está haciendo una buena inversión, que se note que he pagado con poderío. Es lo que se conoce en marketing como la técnica del “burro grande, ande o no ande”. Vi el mismo principio aplicado a televisores marca LaCabra, coches coreanos todoterrenos, gafas de sol y hasta en algunas tetas. En este último caso, lo que había encogido era el envoltorio vestidor, pero esa es otra historia.




El Pueblo de Albacete, 29 de abril de 2012

miércoles, 25 de abril de 2012

Una miniserie de Los ojos del Dragón


Conociendo a Syfy, será una producción de baratillo, rodada en La Pulgosa con un caballo y con espadas de los chinos. Pero la novela está bien, ojo. 

'Los ojos de dragón': Syfy busca su propio Juego de Tronos de la mano de Stephen King

Reinos, traiciones, espadas y, cómo no, dragones. Syfy busca su emular el éxito de la HBO con Juego de Tronos de la mano de Stephen King llevando a la pequeña pantalla su novela Los ojos del dragón, que podría convertirse en una película o en una miniserie.
   El proyecto para adaptar el bestseller de Stephen King ya esta siendo desarrollado Syfy con Michael Taylor (Battlestar Galactica) y Jeff Vintar(Yo, Robot) como guionistas.
   La historia de Los ojos de dragón tiene lugar en el ficticio reino de Delain donde el príncipe es falsamente acusado de asesinar a el rey. Confinado en un torreón, el príncipe debe encontrar una manera de escapar, limpiar su nombre. Para conseguirlo debera*enfrentarse al poderoso mago que es el verdadero responsable de la muerte de su padre.
   Al abrigo del éxito cosechado por la HBO con la aclamada Juego de Tronos, cuya audiencia en su flamante segunda temporada está superando con creces a la primera, parece un buen momento para adaptar uno de los pocos títulos de fantasía de King que junto a La Torre Oscura -un proyecto ya casi maldito que ha intentado arrancar en varias ocasiones- y El Talismán todavía no han pasado del papel a la pantalla.
   A pesar de que Los ojos de dragón, publicada en 1987  estaba dirigida a los lectores más jóvenes que la mayoría de los libros de King, la historia también tiene también bastantes toques oscuros, propios del universo King. La historia también tiene algunos elementos de la mitología del escritor que podemos ver en la saga de La Torre Oscura, incluyendo el intercambio de un villano (Flagg) que también estaba en una de las obras más queridas de King, The Stand.

Fuente: http://www.europapress.es/tv/noticia-ojos-dragon-syfy-busca-propio-juego-tronos-mano-stephen-king-20120425110424.html

lunes, 23 de abril de 2012

Charles Manson

A fecha de hoy, Charlie sigue vivo. Es un abuelo de 77 años, larga y astrosa barba y gesto derrotado. Nada hay en su rostro ahora que recuerde el retrato de la famosa portada de Life; hasta la legendaria fuerza hipnótica de sus ojos ha desaparecido después de más de cuarenta años de cárcel. El pasado 11 de abril se desestimó por duodécima vez su petición de libertad condicional, y en la próxima cita, ya en 2027, volverá a fracasar si el reo sigue vivo. El tribunal de California se justificó de nuevo alegando que Manson sigue representando un peligro irracional para otras personas y podría dañar a cualquiera que mantenga contacto con él. O lo que es lo mismo, aún le tienen miedo.
Pero ¿tienen razón en temerle?
Sobre la figura mítica de Manson se ha volcado tanta bazofia que es casi imposible saber qué es real y qué ficción, y el mismo Charles no ha ayudado demasiado a aclararlo. Como hiciera Aleister Crowley, Manson ha usado los apelativos de El Hijo del Hombre (Man'Son), el Anticristo, Cristo, Jesús y Satán; se ha grabado a cuchillo en la frente cruces y esvásticas; igual habla de ecología que de su admiración por Hitler, y todo para, cuando le ha interesado, escandalizar y atraer sobre su figura a los medios de comunicación y propagar su mensaje.
Los crímenes de Cielo Drive fueron el 11-S de toda una generación de norteamericanos. Marcó el final de una era, la de Acuario, la muerte del espíritu de los sesenta, el tiro en la nuca que remató para siempre la revolución del amor. Quizá no le perdonen por eso. La Familia Manson demostró que los famosos de Hollywood, la nobleza americana, también eran vulnerables, asesinables. Ya no hacía falta ir hasta Camboya para ver norteamericanos hechos pedazos, ahora también los había en la zona rica de Los Ángeles. Nadie estaba a salvo de la violencia sin sentido.
Fue un hecho sin precedentes, y de hecho, irrepetible. Los atentados terroristas de Oklahoma (en 1995) o del 11-S causaron una profunda conmoción en la sociedad norteamericana, pero su «justificación» política le dio a la ciudadanía una cierta tranquilidad moral y un enemigo en el que centrarse. Pero en el caso de los asesinatos de Sharon Tate, Jay Sebring, Abigail Folger y Wojciech Frykowski, no tenían —en principio— un trasfondo comprensible para los ciudadanos de pro. Como en la masacre de Columbine, eran su propia gente, sus vecinos, los que les atacaban con una furia desmedida, y esto los traumatizó. Nótese mi intencionalidad al separar a estas cuatro (cinco, con el hijo nonato de Tate-Polansky) víctimas, de Steven Parent y el matrimonio LaBianca, pues son los de Cielo Drive, los famosos, los que convirtieron a Manson en leyenda viva, en un hombre condenado por conspiración y asesinato sin haber matado a nadie, en el Anticristo Americano.
Eso sí, en cuanto cogieron a los culpables, las hipótesis e interpretaciones se dispararon, y todavía hoy lo hacen, hasta el absurdo. Y más aún cuando comenzaron a conocerse los detalles escandalosos sobre la vida y el credo de la Familia. Sexo, satanismo, drogas, esvásticas y The Beatles, juntos en un cóctel demasiado fuerte de asimilar, demasiado confuso, en buena parte por obra y gracia del propio Manson. Todos ellos eran basura blanca, marginados, provenientes de familias desestructuradas, pero con un universo propio tan incomprensible para el resto que resultaba doloroso.
Tampoco tiene desperdicio la otra cara de la moneda, las teorías conspiranoicas que se entretienen en tejer vínculos entre los personajes, en buscar paralelismos, explotar las coincidencias, y hallar nexos tan traídos por los pelos que resultan ridículos las más de las veces.
Y, como en cualquier aspecto que tenga relación con el credo de la gente, aparecen además los aspectos sobrenaturales del caso: la brujería, el satanismo, los poderes de Manson, los rituales, el vampirismo… Todo tiene cabida aquí, todo sirve para dilucidar lo inexplicable y tranquilizar las conciencias de quienes ven la mano de Dios y del Diablo en cada lance de la vida. Charlie Manson se condenó el mismo día que se denominó públicamente como Satán en una nación donde Dios sale mencionado en los billetes.
En el documental Charles Manson Superstar (1989), se habla de Manson como un hombre que ya no existe, disuelto por el mito, absorbido por la cultura popular como Elvis, como el Che Guevara. Charlie se ha convertido en una marca registrada, desprovisto de significado para las nuevas generaciones. Marilyn Manson, Guns N´ Roses y decenas de grupos de metal pseudo satánicos lo usan en sus temas, en su imagen de «chicos malos». Manson tiene sus propias páginas web, blogs y redes sociales, por obra y gracia de su legión de fans.
Manson y los crímenes de su Familia, tan lejanos hoy, despiertan nuestro morbo e interés, pero no nos asustan. Al menos, no hasta que le dedicamos al caso una profunda reflexión, entonces, es probable que nos recorra un escalofrío por todo el cuerpo y veamos en los ojos de ese vejete la locura, el odio y el peligro, y quizá, hasta le demos la razón al tribunal de California.



El Pueblo de Albacete, 22 de abril de 2012

miércoles, 18 de abril de 2012

Illuminándome

Disculpen la brevedad del post. Me estoy leyendo todo lo que existe en castellano de Robert Anton Wilson, y por cierto, son putas obras maestras. Lástima que haya poco, raro y difícil, pero si fuera de otra manera probablemente no me hubiera atraído.
Ya les contaré.
Salve Discordia!




PD: Tengo pendiente de lectura el del MAESTRO Stephen King 23/11/63, que mi señora tuvo a bien regalarme de urgencia. Si no se interpone el Martillo Cósmico de RAW, será lo siguiente que caiga y comente por estos andurriales.

PD2: Les dejo con unas interesantes curiosidades sobre el Número 23 recopiladas por internet.

  • El nº primo más pequeño cuyo reverso es una potencia: 32 = 25.
  • 23 es el primo más pequeño para el que la suma de los cuadrados de sus dígitos es también un primo impar.
  • La función piso de e^pi = 23.
  • 23 está formado por la concatenación de los dos primeros primos.
  • El primo más pequeño que no es suma de dos números de Ulam.
  • 230 + 231 + 232 + 233 + 235 = 6449063 y la suma de 6 + 4 + 4 + 9 + 0 + 6 + 3 puede escribirse como 3 x 2 + 2 x 2 + 2 x 2 + 3 x 3 + 0 + 3 x 2 + 3 = 32, el reverso de 23.
  • 23 es el único número primo p tal que p! tiene una longitud de p dígitos.
  • El número primo aislado más pequeño, es decir, no pertenece al conjunto de primos gemelos.
  • El 23 requiere de 9 cubos positivos para representarlo. Nótese que pi(23) = 9.
  • Los problemas de Hilbert son una lista de 23 problemas matemáticos propuestos por David Hilbert en el año 1900. En la actualidad siguen sin resolverse.
  • Psi (y) es la vigésimotercera letra del alfabeto griego.
  • El homo sapiens tiene 23 pares de cromosomas.
  • (35 + 53)/(3+5 + 5+3) = 23.
  • 23 es el entero más grande que no es la suma de potencias distintas.
  • Solo hay 23 números abundantes impares por debajo de 104.
  • 23 es el número primo más pequeño de la forma 10*p + 3 que no es la suma de dos cuadrados, donde p es primo.
  • 11111111111111111111111 (23 unos) es un primo repunit («repunit» es un neologismo acuñado a partir de «repeated unit»).
  • 11111 x 111111 + 11111111111 + 1 (23 unos) es primo.
  • 2n + 3n es primo para n = 0, 1 y 2.
  • Sherlock Holmes y el Doctor Watson vivieron en el 221b de Baker Street durante un período de 23 años.
  • Existen 23 discos en la columna vertebral humana.
  • 23! es el menor factorial en el que los dígitos de 0 a 9 aparecen al menos una vez.
  • 23 = 14 + 23 + 32 + 41 + 50.
  • 23 es el único primo de la forma p*q + p + q y p*q – p – q, donde p y q son dos primos sucesivos (3*5 + 3 + 5 = 5*7 – 5 – 7 = 23.
  • Existen 23 definiciones en el Libro I de los Elementos de Euclides.
  • pi(23) = 32.
  • 23 = 5 + 7 + 11. ¿Ves los cinco primeros primos consecutivos?
  • 23 es el número primo más pequeño con dígitos consecutivos.
  • 23 = 3 veces el tercer primo + dos veces el segundo primo + una vez el primer primo.
  • 2! + 3! = 23.
  • 23 = – (22 – 33).
  • El número primo más pequeño que difiere de su sucesor en 6.
  • El primo más pequeño de la forma pp – qq, donde p y q son primos.
  • El primo más pequeño tal que 90*p+11, 90*p+13, 90*p+17, 90*p+19 son todos primos.
  • La suma de las potencias de cuatro de los primeros 23 primos es primo.
  • 23 es el número primo más pequeño que es igual al producto más la suma de los primos gemelos, por ejemplo: 3*5 + (3+5) = 23.
  • En el punto ágido de su carrera, el profesor John Nash Jr. interrumpió una conferencia para anunciar que una foto de Juan XXIII en la cubierta de la revista LIFE era en realidad Nash disfrazado y que sabía esto porque el 23 era su número primo favorito.
  • El primo multi-dígito de Tetranacci más pequeño: a(n) = a(n-1) + a(n-2) + a(n-3) + a(n-4).
  • El primo más pequeño p que divide el número de dígitos de p!
  • El mayor entero que no puede ser expresado como la suma de dos números cuadrables. Un número es cuadrable ( o no libre de cuadrados) si contiene al menos un cuadrado en la factorización de su primo.
  • La suma de las raíces cuadradas de los primeros 23 primos está muy cerca de ser el primo nº 32.
  • En una habitación con solo 23 personas, existe un porcentaje mayor al 50 por ciento de que dos personas compartan el misma día de nacimiento.
  • El arzobispo Ussher sostenía que el mundo se creó un domingo 23 de octubre del 4004 antes de Cristo. Nótese que era el Primado de toda Irlanda.
  • Julio César fue apuñalado 23 veces cuando fue asesinado.
  • El 23 es el segundo primo de Woodall.
  • “La partida Inmortal” de ajedrez jugada por Anderssen y Kieseritzky duró solo 23 movimientos.
  • 23 = 1! + (2! + 2!) + (3! + 3! + 3!).
  • Según la teoría de biorritmos, todo el mundo sigue un cíclo físico de 23 días.
  • Dos 2 y tres 3 (22333) es divisible entre un 2 y un 3 (23).
  • 2^23 + 3^23 + 2*3 es primo.
  • Existen 23 primos que no pueden ser escritos como suma de cubos (no unitarios). Nótese que 23 es el mayor primo que no puede ser escrito como suma de cuadrados (no unitarios).
  • Existen 23 pares distintos de primos menores de 1000 que suman 1000.
  • El único número primo de grados Celsius que puede ser considerado “temperatura ambiente” en la Tierra.
  • 23 es el único primo en la forma p*q + p + q y p*q – p – q, donde p y q son primos gemelos (3*5 + 3 + 5 y 5*7 – 5 – 7 = 23).
  • 23 es el primo más pequeño factor de 2^11-1, el más pequeño número compuesto de Mersenne con exponente primo.
  • 23 es el primer número feliz que no es de la forma 3n+1.
  • 23*3 – 32*2 = (3+2)*(3-2).
  • Los primos hasta el 23 y los cuadrados de los primos hasta el 23, separados por ceros forman primos.
  • 23 es el primo más pequeño y el único de la forma 2x^2 – y^2 y 3x^2 – y^2, dondee x e y son dos números consecutivos.
  • 23 es el primo más pequeño igual a la suma de tres primos en dos formas: 5+7+11 = 3+7+13 = 23.
  • Para conseguir el número primo más grande de 23dígitos uno solo necesita restar 23 a 10^23.
  • 23 = (2^2 + 3^3) – (2! + 3!).
  • 23 es el primo más pequeño que difiere de su reverso en un cuadrado.
  • El primo más pequeño del conjunto de dos primos multidígitos consecutivos más pequeños, es decir {23, 29}, cuya suma de dígitos, es decir (5, 11) es otro conjunto de dos primos distintos.
  • El primer número con un número primo de dígitos, todos los dígitos primos, y siendo la suma de todos los dígitos primo.
  • La cadena de números primos más pequeña donde cada subcadena es primo.
  • 23 es la mayor hilera del triángulo de Pascal, donde todas sus entradas son libres de cuadrados.
  • La suma de los primeros 23 primos es 874 (un múltiplo de 23). Nótese que 874 = 23 x 38 y el primo nº 23 es el 83.
  • El 23 de octubre es el día del Mol. Los químicos lo celebran desde las 6:02 A.M. hasta las 6:02 P.M. cada 23/10 en honor al número de Avogadro, que es aproximadamente 6.02 * 10^23.

domingo, 15 de abril de 2012

Tiempo de caracoles


A los de fuera se les hace raro vernos pedir y comer caracoles. Es un hecho que estos bichos babosos de pequeño caparazón no son el típico plato gastronómico en el que los forasteros están pensando cuando vienen a Albacete. Estos vienen al Llano soñando más con el forro, la oreja, el rabo frito, vamos, lo que viene siendo el despiece del gorrino a la brasa, con –quizás- algo de queso frito y unos cascos de patata… Y cuando los pides ante la visita y ven, además, que encima son de los pequeños, nada de esos monstruos para asar o guisar a la francesa, haciendo cima como un puñado de pipas, desconfían. Incluso, dentro de nuestro término municipal, hay vecinos a los que no les vuelve locos la idea de sorber el blandurrio cuerpo de estos gasterópodos.
Sin embargo, qué buenos están los que están buenos.
Como en todo, saber hacer unos caracoles tiene su enjundia, amén de que no todo el mundo tiene el mismo paladar. Y si ya con el ajo mataero surgen disputas sobre si es mejor picando o sin picar, con torrezno o sin…, con el tema de los caracoles el debate puede alargarse hasta la hora de los cubatas, puesto que incluso se discute la forma de servirlos, y aún dónde comerlos. Que si con jamón o sin él, que si mejor con laurel, pimienta, comino o con esos botes de preparado que venden, que si en plato o en cazuela de barro, que si en las tascas o en el bar… La receta puede variar tanto que ni siquiera puedes estar seguro de tomarte los mismos en el mismo lugar dos días seguidos. Tal circunstancia da pie a que haya quien hace verdaderas rutas del caracol por la ciudad en busca del mejor plato de caracoles, y de la mejor relación calidad/precio, quid este más complicado aún de discernir. Llevar a los íntimos a degustar un superplato de caracoles garantiza poco menos que la inclusión de uno en el testamento.
Así, ha vuelto el tiempo de las habas –de las que hablaremos otro día-  y los caracoles, para deleite de unos y repulsión de otros. A estos no sólo les da repelús la babosa con cáscara, sino la forma de comerlos, porque a pesar que de existen varias escuelas al respecto, la única verdadera es la que dice que hay que sumergir los dedos en el plato, y comerse el cuerpo del caracol al sorbetón. Cualquiera que use cubiertos para sacar al molusquillo terrero de la cazuela y use un palillo, o aún peor, un chisme de esos puntiagudos que parecen palillos sin serlo, merece ser arrojado desde lo alto del Depósito del Agua, o –a falta de pilón- dentro de la rotonda de la Tamos. El palillo sólo está permitido para aquellos caracoles mal engañados que se han quedado dentro y que, como es lógico, se dejan para el final.
Como se puede apreciar por lo antes descrito, la ingesta de caracoles tiene un componente primitivo importante del que carecen, por ejemplo, las gambas cocidas, los altramuces o las mentadas habas: el sumergir la mano en el plato común, el chorreo del caldico por la mesa, el ruido al sorber, un cierto chupeteo de dedos, ese picor de la cayena en los padrastros…, todo esto nos retrotrae a la infancia, al salvajismo atávico, al espíritu de la comuna de las cavernas. Cuando éramos más puros y más simples. Con menos escrúpulos y más ganas de juerga. Porque comer caracoles es divertido, y ya dice el sabio que en el yantar y el fornicar hay que saber hacerlo con risas. En este siglo bastardo, donde entre las personas no hay más que ondas electromagnéticas, plástico y humo, es un deleite encontrar contacto directo con otros humanos en una actividad tan básica como tomarse una de caracoles. Ahí tienen un buen detector de cylons.
A la hora de pedir una tapa, tened en cuenta que la crisis ha adelgazado los chusmarros hasta dejarlos como un filete de lomo, que las gambas tienen mercurio en la cabeza, que el queso frito –servido con esa guarrería de mermelada a imitación del camembert con arándanos- ya pasó de moda, que las patatas bravas las fríen con aceite de coco, y que hasta el tomate partío con ajo es transgénico. Y sí, los caracoles son de criadero, pero al menos el gorrineo que te traes con ellos garantizan un cachondo alegre y nutritivo rato. Que a fin de cuentas, es para lo que hemos venido.




El Pueblo de Albacete, 15 de abril de 2012


domingo, 8 de abril de 2012

Por si te pasa algo...

Entre los argumentos más feos que existen para casarse destaca por encima de todos el -esgrimido habitualmente por una mujer- de “por si el día de mañana te pasa algo…”. ¿Cómorl?
Interrumpamos en este punto a nuestra querida costillita y analicemos la situación. Nuestra novia, que lo es desde hace un tiempo prudencial, con la que compartimos vivienda, gastos, y hasta es más que probable que la crianza de un hijo o dos, ha considerado que necesita casarse. Bien. No seré yo quien se manifieste en contra del matrimonio, en realidad, lo que me molesta son las bodas, y lo cierto es que tendrán su utilidad formal. Lo que ocurre es que no me explico por qué esa formalidad tiene que ser previo pago, con cuño y constancia en el registro, y sin embargo no tenga equiparación legal la unión de dos personas que conviven juntos durante más de quince años, sin más papeles que una etiqueta de anís del Mono. Es este desamparo legal, o mejor dicho, la situación alegal, lo que al final lleva a una mujer a plantearse el tema de la boda, o hacerse pareja de hecho, que para el caso es lo mismo.
Porque, pragmática ella, está pensando a largo plazo, y es consciente de que las mujeres casadas tienen -legalmente- derechos y privilegios que no tienen las “compañeras sentimentales”.
Está pensando en qué será de ella cuando te mueras.
Ahí lo tienes, compañero. Jamás lo reconocerá, pero tu futura esposa, consciente o no, se está organizando su futuro para cuando la diñes. Tu futura viuda quiere lo suyo. Y ojo, que me parece bien, aunque las pagas de viudedad no dan ni para pipas. Lo que nunca se paran a pensar cuando proponen esto es en si ellas cascasen primero. Sé que estadísticamente es más improbable, pero podría pasar, entonces, ¿por qué no conozco a ningún hombre que pierda el sueño por esta circunstancia? O lo que es lo mismo, ¿por qué un tipo no le dice a su chica vamos a casarnos por si te pasa algo? Y luego las románticas son ellas...
Estoy de acuerdo, cásate si quieres para que cuando te mueras a tu pareja y a tus hijos no les falte de nada. Pero, pijo, no lo digas. Porque hay muchas razones para casarse: por amor, por fe, por tus suegros, por aburrimiento, por sacarle los cuartos a los amigos y familiares… Hay cientos de excusas y razones para hacerlo, pero hacerlo en previsión de dejar algo cuando te vayas a morir es cutre y siniestro. Vamos, lo suyo sería decir que no. Parece mentira, con lo calculadora y estratega que puede llegar a resultar tu cari, y que pierda todo el tino a la hora de proponerte matrimonio con esta suerte de burdo chantaje emocional.
¿En qué piensa un hombre cuando le hacen esta proposición? Desde luego, no en correr a celebrarlo con sus amigos al bar más cercano, sino en que en cuanto eche la rúbrica estará viviendo una cuenta atrás hacia el nicho con el traje negro. Que por mucho amor que haya de por medio, en el fondo lo que parece que quiere ella es garantizarse una seguridad a fuerza de bombas H, ignorando a propósito que eso no existe. Entonces sí que tiene ganas de correr, pero en sentido contrario.
Señoras, háganse un favor y si quieren casarse empleen otro pretexto. O mientan directamente. No hay sacrificio más fácil que la del gorrino que va por voluntad propia al matadero.

El Pueblo de Albacete, 8 de abril de 2012


domingo, 1 de abril de 2012

Control mental

Siempre me ha fascinado el tema del control mental al más estilo candidato de Manchuria. Hipnosis, adiestramiento subsconsciente, imágenes subliminales…, todo este material pseudopsicológico empleado para hacer el mal, como hemos visto y leído centenares de veces. Los expertos de verdad nos dicen que todo esto no son más que fabulaciones, que están más cerca de los avistamientos de ovnis que de la verdadera ciencia, y no lo dudo, pero no por eso los distintos gobiernos y corporaciones han dejado de utilizarla, no en vano, la relación entre el control mental y el marketing es tan estrecha como la alquimia y la química, 
Lo que sigue en el párrafo siguiente son fragmentos extraídos de un artículo titulado “¡Rusia controla nuestra mente!”, firmado por Luis Echevarría, publicado en una revista española ochentena (Mundo Sobrenatural) dedicada a las noticias de abducciones, fantasmas, y demás fenómenos paranormales. Lean y sientan la paranoia de hace treinta años, y piensen quién controla nuestra mente ahora…
El interior de nuestro cerebro se ha convertido en una zona de fuego libre. Una zona en la cual cualquier individuo en posesión de los medios necesarios puede enviar barraje tras barraje de órdenes, sensaciones y motivos. Esto se puede lograr a distancia sin dejar la más mínima traza de evidencia en la cual puedan basarse nuestros cinco sentidos para detectar. Nosotros, en un momento determinado y completamente inconscientes de lo que hacemos, podemos encontrarnos asesinando, robando, amando, mintiendo y todo lo que pueda ocurrírsele a la mente del lector sin que a la larga queden recuerdos en el cerebro de lo sucedido y la forma en que sucedió. También puede suceder que nuestro cerebro tenga plena consciencia posterior de lo hecho y que sin embargo no lo estime como dañino. Todo está en una alteración exterior de nuestro sistema de lo que es moral y lo que deja de serlo.
¿Suena impresionante, verdad…?
Pero es la realidad en la época moderna en que vivimos.
No existe la menor defensa contra la posesión psíquica del cerebro humano por factores externos. La inteligencia propia, la facultad de percepción… absolutamente nada puede detener el proceso. (…)
¿Por qué el súbito interés ruso y quizás americano en este campo aparentemente inofensivo…? Pues, sencillamente porque, el que logre controlar los impulsos mentales está controlando el poder del mundo que nos rodea. Se puede crear una raza de autómatas, o simplemente destruir la Humanidad sin disparar un solo tiro. El control de la mente a distancia puede lucir como una forma de paranoia para aquellos que no tienen los conceptos adaptables a los cambios. Aquellos que estiman que el “lavado de cerebro” es un simple truco de publicidad en el mundo para causar pánico en las multitudes.
Cuando un dictador se coloca en una tarima y durante horas repite un estribillo sobre las multitudes. Cuando un guía religioso realiza la misma función basado en un pasaje de cualquier libro sagrado estamos tropezándonos directamente con la forma más rudimentaria de control cerebral. El uso de los sentidos para fijar una idea preconcebida en el cerebro. Las técnicas modernas son mucho más sofisticadas y directas. Un asesino que apriete el gatillo. Un demente que degüelle a una criatura. Todo esto puede ser logrado de personas pacíficas y respetuosas de las leyes establecidas por la sociedad. No será el primero ni el último caso en el cual los psiquiatras demuestran ante las Cortes la inocencia problemática de un asesino… por medio de vericuetos enfermos en su mente.
¿Y quién puede asegurar que estos vericuetos no han sido expresamente creados para producir este asesino potencial…? ¿Quién puede estar interesado en controlar la mente de la persona o de la multitud…? (…)
Sin duda alguna los más interesados en estos momentos en establecer un programa para controlar la mente humana son los soviéticos. Existen claras evidencias de que dedican gran parte de su tiempo y dinero, amén de las habilidades científicas de sus profesores en los esfuerzos referentes a la telepatía posesiva. No solamente hacer el contacto con mentes ajenas… sino ocupar y dirigir esta mente mediante el poder de una voluntad definida. ¡La voluntad totalitarista de la USSR!
Las últimas noticias que se recibieron de los experimentos secretos rusos eran inquietantes. Usando el sistema de luces y colores telepáticamente, en la USSR se había logrado controlar los impulsos de determinados individuos. Estas personas eran enviadas a cometer delitos e incluso asesinatos. Invariablemente los escogidos eran personas cobardes y de índole pacifista. De la noche a la mañana se transformaban en asesinos. En ladrones, etcétera…
Miércoles, 11 de agosto de 1976. Un hombre veterano de la guerra de Vietnam sube hasta el último piso de un hotel bien conocido en Kansas. El soldado conoce perfectamente los medios de muerte y destrucción. Fue entrenado para matar en la guerra. Ahora se encuentra en la paz. El soldado irrumpe en un aluvión de fuego y balas sobre la multitud inerme que pasaba por la calle dejando muertos y heridos por doquier. Los casos como el de Kansas se reportan a diario en la Prensa mundial. Sobre todo en la prensa americana. Incluso se designa una palabra especializada para describirlos… “snipers.”
Flota la incógnita en el aire. ¿Son los “snipers” americanos productos remotos del control sobre la mente ruso…? Violadores, criminales, saqueadores. Todo tipo de desgracias violentas se abaten sobre la sociedad americana. Se culpa a la televisión y al cine entre otros medios de difusión por el aumento drástico y continuado de la criminalidad. ¿Hasta qué punto es esto cierto…? ¿Puede ser que los medios informativos americanos estén siendo bombardeados por telépatas rusos en un esfuerzo por destruir la democracia…?
Es muy posible.







El Pueblo de Albacete, 1 de abril de 2012





Reto Fanzine 2023

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