martes, 15 de febrero de 2011

Entrevista (con notas al pie)


A continuación corto y pego la entrevista que me hicieron los compañeros de El Pueblo, a propósito del Tomo IV, publicada el pasado sábado día 12 de febrero, por si pudiera resultarle de interés.
* * *
El escritor albaceteño Juan García Rodenas acaba de publicar su último libro, La saga de la ciudad oscura - Tomo IV, con el que finiquita las aventuras de su creación, el inspector Serrano. Actualmente, este albaceteño trabaja en el Diario EL PUEBLO de Albacete como periodista, articulista y corrector. Lleva dedicado varios años a esta colección y en exclusiva nos detalla algunos de sus proyectos literarios más cercanos.
EL PUEBLO: Con este Tomo IV cierras la saga en que has estado trabajando desde 2002, ¿cómo te sientes al haber llegado a la recta final?
JUAN GARCíA RODENAS: En cierto modo, ponerle punto y final ha sido liberador. Llegar hasta aquí, y del modo en que lo he hecho, ha sido extremadamente duro. El lector no sé si llegará a apreciarlo, pero para mí La Saga ha sido una verdadera maratón. Un tour de force, que dirían por ahí. Piensa que han sido ocho novelas cortas, recogidas en cuatro tomos, casi trescientas mil palabras en total... Súmale que me he hecho cargo, en solitario o con una mano de los íntimos, de todo el proceso de edición, desde el archivo de Word a las librerías. La saga necesitaba un final y yo un descanso para abordar nuevos proyectos. He llegado a odiar a muerte al inspector Serrano, pero después de todo, nos hemos despedido como amigos.
E.P.: Supongo que será necesario haberse leído los otros volúmenes para poder entender éste…
J.G.R.: Es lo que tienen las series, que sueltos, los episodios pierden fuerza y no tienen mucho sentido. Y más si empiezas por el final. Soy consciente de que no todo el mundo recordará a estas alturas los detalles de los otros tomos, por eso he añadido una especie de resumen de lo acontecido, que quizás sirva a los curiosos rezagados, pero lo propio es leérselos en orden.
Es un pequeño hándicap con el que he tenido que lidiar en este último tomo, sobre todo ahora que el primero está, en la práctica, agotado (1). No va a haber reediciones ni nada parecido, al menos en papel. Quien quiera incorporarse a La Saga ahora lo va a tener difícil, lo siento. Aunque siempre puede ir a la Biblioteca y pedir mis libros prestados: en teoría, los tienen (2).
E.P.: Hablabas de dificultades, ¿qué ha supuesto escribir este último tomo?
J.G.R.: Escribir un final, y más para una serie de novelas, es una gran responsabilidad. Hay una presión enorme ante la posibilidad de defraudar al fan, porque la rabia del fan, que a fin de cuentas es el elemento indispensable en esta ecuación que es escribir, es la más virulenta y la que más duele. No quería que me pasase como le ha ocurrido a otros y a sus sagas; estoy pensando en Stephen King y su horrenda forma de liquidar La Torre Oscura, o el flojete remate de la saga de Gerald de Rivia (3), de Sapkowski, o el último episodio de Perdidos... Ejemplos hay mil. Nunca hay unanimidad en estas cosas, si no es para acordarse de los difuntos de uno, y lo peor es que no sabes si la has cagado hasta que es demasiado tarde para rectificar. He tenido que lidiar con eso, y sólo espero haber hecho bien mi trabajo.
Puedo asegurarle al lector que me he esforzado al máximo por hacer algo digno. Por otro lado, una de las cosas que más me ha ayudado a tirar para adelante ha sido ver el interés y la paciencia de la gente, que no ha decaído en ningún momento. A ellos está dedicado este libro.
E.P.: ¿Tenías claro desde un primer momento el final o fue cambiando a medida que avanzaba la historia?
J.G.R.: Los que siguen la saga desde el principio saben que, en la mayoría de las novelas, he empleado el esquema básico que ideara Lester Dent para las aventuras de Doc Savage (4). No ha sido así en esta ocasión, porque, ya digo, había que hacer algo especial. Ha hecho falta mucha planificación, mucha documentación, mucho releer y mirar atrás para no dejar cabos sueltos, pero creo que merece la pena.
E.P.: Parece que tú también te has apuntado a la moda de la literatura zombi, pero... ¿qué significa eso de “survival horror manchego” que dice la contraportada? ¿Qué te parece este género?
J.G.R.: Cuando me planteé el esquema de la serie, allá por 2002, tenía muy claro desde el primer momento que quería escribir mi propia versión de las historias de vampiros, de casa embrujada y de survival horror, por eso en la séptima novela salen zombis. Y como pasa en Albacete, pues de ahí el apellido de “manchego”. La literatura zombi es un género relativamente reciente, en la que mi Mil trescientos setenta y cinco, cifra que alude al peso medio de un cerebro humano, podría encajar bien. Ahora hay multitud de libros con una Z en la portada, pero esto no era así cuando comencé a escribirlo. En cierto modo, la historia es la respuesta a una pregunta que suele hacerse un friki de las cintas de Romero: qué haría yo si los zombis, de pronto, invadieran mi pueblo (5).
Las novelas de Serrano las englobaría ahora dentro de la categoría de “fantasía urbana”, que aparenta ser un género de novísimo cuño, donde triunfan series y personajes como el mago Dresden, de Jim Butcher, o Anita Blake, Cazavampiros, aunque cuando salió el Tomo I nadie sabía nada de esto. Lo mío, lo he dicho siempre, es homenaje al pulp, a las novelas de a duro del kiosco, a las policiacas y las de terror, que mira por donde, con matices, es lo que se está poniendo de moda.
E.P.: ¿Qué puedes contar de este libro?, ¿qué les ocurre a tus personajes?
J.G.R.: Después de luchar contra sectas, hombres lobo, vampiros, extraterrestres, cultos nazis, demonios, brujas y criminales varios faltaban, ya te digo, los muertos vivientes, y la gran y apocalíptica conclusión, a la altura del personaje del inspector Serrano.
De hecho, dos terceras partes de la octava novela son el final propiamente dicho. He trabajado mucho el ritmo de la narración en este caso, así como la forma y descripción de los “conflictos físicos”. Te aseguro que lo más complicado fue manejar a tantos personajes, interactuando en muchos momentos de forma simultánea. Esto, y moverse dentro de los esquemas mentales de la “ficción realista”, esa que diferencia entre zombi o infectado, o que admite la existencia del Necronomicon y discute los efectos de una bomba electromagnética (6). De nuevo será el lector quien juzgue si lo hice bien o no. Sobre los personajes, sólo puedo decirte que, como es lógico, muchos no llegarán a la última página.
E.P.: ¿Y ahora qué? ¿Actualmente estás realizando algún proyecto o tienes alguno en mente?
J.G.R.: Me rondan por la cabeza ideas para nuevos pastiches holmesianos, novelas, cuentos… Quiero probar otros géneros, como la fantasía heroica; quiero terminar ciertas historias que he llevado en paralelo y ver qué posibilidades tienen. Me gustaría probar en el mercado del ebook, al que sí le veo futuro. En fin, que no voy a apagar el ordenador después de este libro (7).
E.P:: Por último, ¿habrá más Serranos en el futuro?
J.G.R.: Quién sabe. Puede que alguien aparque un camión de dinero delante de mi puerta para convencerme. O puede que el personaje pida volver, sin más. El tiempo lo dirá.

NOTAS EXTRA.
1. De hecho, el Tomo II también está prácticamente agotado. Cuento con menos de una veintena de ejemplares, y la mitad se van a los packs.
2. Están en la Biblioteca Pública del Estado, la del parque, porque los doné yo, o sea, se los di gratis. Si no los han tirado a la basura para hacer sitio, allí deberían estar los tres primeros.
3. Jamás perdonaré a King por ese final. Del de Rivia, he de confesar que aún no me he leído La dama del lago, pero personas de las cuales me fío me han confirmado lo que me temía, otra patata -de 60 leuros!-.
4. Adaptado a Serrano, el esquema, en su base, viene a a ser:
1. Presentación del héroe e introducción de la amenaza o el misterio.
2. Presentar al resto de personajes.
3. Surge el conflicto físico y giro sorprendente en la acción.
4. Más problemas para el héroe.
5. El héroe se esfuerza por resolver los problemas.
6. Otro conflicto físico.
7. Una nueva sorpresa.
8. Más problemas.
9. El héroe acosa al villano.
10. Todos los misterios se resuelven, excepto uno.
11. Gran clímax, última sorpresa y final inesperado.
5. Todos nos lo hemos preguntado, ¿no?
6. O lo que es lo mismo, me alucina el que el lector asuma tranquilamente que se pueda invocar a un demonio psicópata en el tanatorio del Hospital general mediante un rito vudú y me discuta una maniobra de coche marcha atrás.
7. ¿Hay algún editor en la sala?

2 comentarios:

  1. ¿Camiones llenos de dinero?
    Los zombis son posibles, amigo, lo demás...
    Por cierto, en la foto se te ve mú raro, ¿efectos del agotamiento, crisis del escritor?

    ResponderEliminar
  2. A ver, uno de esos ejemplares irá en mi pack ¿no? ¡Encima que veo ahora que yo era tertuliano el jueves pasado! ¡Y yo con estos pelos! Me hubiera comportado de otra forma, de haberlo sabido (Hubiera bebido bitter kas)

    ResponderEliminar

Reto Fanzine 2023

 Bueno, pues parecía que no pero al final sí, así que... Queda convocada la 19 edición de nuestro Reto Fanzine para el VIERNES 29 de diciemb...