lunes, 14 de mayo de 2012

Innovando en el mercado mágico

He visto en los kioscos una colección de esas quincenal o mensual de piedras. Y no se trataba de nada relacionado con la geología, claro, sino de piedras mágicas. Piedras con poderes. Evidentemente, quien ha decidido poner esta cosa a la venta ha observado que a) hay personas que creen que las piedras poseen alguna clase de magia, de vibración mística que puede afectar a los humanos, a su alma o a su destino; b) hay personas que, no sólo creen en las piedras mágicas, sino que están dispuestas a pagar por ellas una cantidad razonable de dinero; c) a esas personas, además, les parecería una gran idea el poder adquirir su colección de talismanes de forma cómoda en el kiosco de la esquina cada dos semanas, o recibirlos aún más cómodamente por correo en casa. Así, parece que la clientela potencial de este coleccionable estaría conformada por la suma de credibilidad a prueba de bombas y cierto síndrome de Diógenes.
Juro que no sé en cuantas cosas sobrenaturales puede creer alguien simultáneamente, pero si hay gente dispuesta a dar dinero a cambio de chinarros con presuntos poderes, aquí hay un filón a explotar. Con esta crisis, cualquier fuente de ingresos es bienvenida, y supongo que vender piedras es menos peligroso e ilegal que la droga, así que veo en lontananza una serie de fascículos de mierdas mágicas de todo tipo, cuya tradición, historicidad y efectividad puedo argumentar con la misma veracidad que quien afirma que el cuarzo quita las nauseas a las embarazadas.
Por ejemplo, sin salirnos mucho del campo geomágico, puedo vender ladrillos con poderes. Así, a bote pronto, puedo decir que la arcilla y el ser humano están vinculados desde los albores de la civilización, que a nivel místico el hombre se originó y volverá al barro. Puedo hablar de la geometría esotérica del ladrillo, la mística de los agujeros del perforado, las acanaladuras que conducen la energía etérica… Mil cosas.
Vamos, lo que haga falta para vender estos ladrillos que curan el reuma, ayudan a adelgazar, a encontrar novio (el caravista es el más indicado), o a encontrar trabajo (el hueco triple; póngame un palé de estos). Que sí, que podrías robarlos de una obra y ya está, pero quién te dice a ti que ese ladrillo furtivo no está maldito, o posee una energía disarmónica que te jode todo el feng sui, o una impureza que provoca el efecto contrario. Amigo, los ladrillos con poder que yo vendo tienen un certificado que garantiza que son de los buenos. Cien por cien ladrillo mágico.
Pero eso no es todo, porque también tengo tuercas mágicas. De todos es sabido que el acero es un metal relacionado intrínsecamente con las fuerzas feéricas y el mundo de los hombres, la forma hexagonal de las tuercas nos remite a los hexagramas del Clavicula Salomonis, por ejemplo, y su espiral interna ya aparece reflejada en la simbología celta como sinónimo de vitalidad y fuerza. Pues aquí ofrezco una colección de doscientas tuercas de alto poder, que incluyen unidades de calidad comprobada como la tuerca con palomilla, ciega, una cuadrada para atraer al sexo opuesto, y una ortogonal para encontrar y conservar el trabajo (póngame un palé de esas). Por un módico extra, incluyo alguna lacada en oro y plata, por aquello de que los metales nobles son mejores conductores de las energías cuánticas y espirituales.
Claro, que si lo que quieres es sentirte protegido las veinticuatro horas del día, notar cómo las energías reequilibran tu cuerpo, resintonizan tu aura, te ayudan a dejar de fumar, a copular como un león en celo y a llegar a trabajar y cobrar como un ministro, lo que necesitas de verdad es llevar tan preciados objetos, en pulseras o como collar. Y para eso nada mejor que la espiritual soga de esparto. Nadie vendrá ahora a poner en duda el poder del esparto, su utilización en amuletos como cruces, en las escobas de las brujas, en la aromaterapia y en tantas disciplinas esotéricas… De probada eficacia, pues, en combinación con una serie de tuercas o ladrillos, te asegura la conversión en perfecto receptor de las energías místicas del Universo y Todas las Dimensiones. Además, cuanto más cosas te cuelgues, mejor funcionará.
Y lo más increíble es que la soga de esparto no necesita ningún tipo de garantía mágica. Puedes comprarte tú mismo un rollo en La Labradora.



El Pueblo de Albacete, 14 de mayo de 2012


 
  

2 comentarios:

  1. jajajajajajaj
    no se mienta el poder de las piedras, las pieeedrasssss.
    yo tengo en casa varias: unas de Altea con poder suficiente para evitar que se cierre la puerta cuando hay corriente; tengo otra en la mesa con poder suficiente para evitar que los papeles vuelen así que muestre Vd. un poco de respeto o se le colará una en el zapato de esas de mala idea que no se van ni sacudiendo contra el bordillo

    ResponderEliminar
  2. ¿Ladrillos? ¿Cómo que ladrillos? a esos "ladrillos" en mi pueblo los llama rejolas (los ladrillos son las plaquetas de gress), así bueno propongo una tirada "rural" con los mismos ladrillos mágicos, llamádolos "Rejolas de Poder".

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Reto Fanzine 2023

 Bueno, pues parecía que no pero al final sí, así que... Queda convocada la 19 edición de nuestro Reto Fanzine para el VIERNES 29 de diciemb...